Ecos de Verona


Ecos de Verona

Hay impulsos que llegan de la nada,
y de pronto, son pálpito
que traspasan felices 
del pecho hasta los labios 
como un leve aleteo de comisuras.

Mariposas perdidas 
que fueron mi sonrisa alguna vez,
hoy rumor de mis trece y sonidos
reconocibles de lo amado. 
Pero el tiempo decide a su ritmo
las notas del comienzo y de los árboles
y sabe transformar en fortuitas 
aquellas sincronías que vendrán
o esas que serán permanencia 
y vibración desde Verona.

Por eso, solo sé que voy
más allá de intentos sonoros
de olvido o invocación,
soy vuelo de mi propio nombre
y si éste suspira aún en tu boca,
dejemos que confluyan 
respiración y mirada
en un nosotros perfecto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ecos de Verona

Ecos de Verona Hay impulsos que llegan de la nada, y de pronto, son pálpito que traspasan felices  del pecho hasta los labios  como un leve ...